lunes, 1 de septiembre de 2008

La iluminación

He estado leyendo a cerca de las filosofías orientales, una de las asignaturas de filosofía. Tenía la necesidad de calmar mi ira y relajarme. Busqué las maneras de alcanzar una iluminación dominical.
Si queremos alcanzar la iluminación (oriental), debemos ajustarnos con la realidad. Debemos abandonar la vía del “deber ser” y realizar lo “que es”, limitarnos a poner remedios. (La primera en la frente. Justo lo que más me cuesta) Debemos hacer el mundo tal cual, realizarlo sin interpretaciones previas, sin antelaciones mentales. Debemos desnudar nuestra mente de prejuicios, para alcanzar el SUNYATA. En pocas palabras, debemos trascender el ego.
Trascender el ego es muy difícil, pero yo empiezo mi camino eliminando el primer obstáculo, los libros de autoayuda (de nuevo contra ellos). Sólo se trata de misticismo de trastero, de psicología de garaje. Ya lo dijo el gran Maestro Eckhart “Nada se parece tanto a Dios como el silencio”.


La passió que crema com un foc
va acompanyada sovint del gel de l’egoisme;
el domini de si mateix és necessitat de l’ànima,
com també ho és el noble aliment de la magnanimitat.

(Frithof Schuon, poeta de la religio perennis)

P.D. Primer día de trabajo superado. Aquí hay buen ambiente, pero se trabaja de verdad. Entramos en fase resignación.

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