lunes, 27 de septiembre de 2010

CRUDA AMARILLI

El quinto libro de madrigales, publicado en 1605 y al que pertenece Cruda Amarilli, supone un punto de inflexión en la carrera de Claudio Monteverdi. Se nos hace espcial, ya que el uso de la disonancia se hace más audaz cuando el texto lo requiere. El texto de la obra procede de Il pastor fido de Guarini, poema pastoril en el que se narra el conflicto emocional entre dos parejas de amantes, Amarilli y Mirtillo por un lado, Dorinda y Silvio por el otro.

El protagonista, Mirtillo, se queja de la cruel Amarilli, que le ha enseñado, amargamente, a amar (me encanta el juego de palabras «amar, amaramenti»); engatusado pero también desengañado compara a la mujer amada con una serpiente, «más sorda y más fiera y más fugaz», aunque también «más pálida y más bella que el blanco jazmín»; pero en el desenlace pesa más el amor que el odio: «puesto que al hablar te ofendo, moriré en silencio».

Cruda Amarilli, che col nome ancora,
d’amar, ahi lasso! amaramente insegni;
Amarilli, del candido ligustro
più candida e più bella,
ma de l’aspido sordo
e più sorda e più fera e più fugace;
poi che col dir t’offendo,
i’ mi morrò tacendo.




Cruel Amarilli, que con tu propio nombre,
me has enseñado, ¡ay de mí!, a amar amargamente;
Amarilli, más pálida y más bella
que el blanco jazmín,
pero más sorda y más fiera y más fugaz
que el sordo áspid;
puesto que al hablar te ofendo,
moriré en silencio.

domingo, 26 de septiembre de 2010

HÁBITOS

Anoche me invitaron a participar en un “inofensivo” juego teenager que consistía en enumerar ocho extraños hábitos tuyos. Como su nombre indica, el juego pretendía que demostrases ante todos que no sólo eras raro sino que eras mucho más raro de lo que pensaban.

Mis ocho hábitos -tengo más- eran:
1. Me encanta tararear canciones: en la ducha, en el coche, mientras me visto… Incluso me apasionan los playback.
2. He desarrollado una curiosa relación con mis ausencias.
3. Suelo ver al menos una película en VOSE al mes. Me encantan los clásicos. Últimamente Bergman es mi favorito.
4. No soporto que la gente aplique un saber popular a mi situación. No soporto cuando, aplicando la generalización, me etiquetan o creen saber lo que me pasa.
5. Me enfurece mucho que me mientan cuando sé que me están mintiendo.
6. Me encanta la pizza con piña.
7. Recientemente me emociono con mucha facilidad.
8. No soporto la felicidad “desmesurada” e injustificada.

sábado, 25 de septiembre de 2010

IMPERFECCIÓN

Estoy un poco cansado de los discursos de los libros autoayuda: refuerza tu autoestima. Conócete más. No tengas conductas negligentes. Tienes que romper con ese apego desmesurado a antiguas rutinas, lugares o personas. Trabaja la falta de entusiasmo por los cabios y la reticencia a estos una vez se han producido. Necesitas seguridad y cuidado de uno mismo. Presta atención a tu capacidad interior para el goce y el placer… MI pregunta es ¿Me sirve de algo? Ante ellos me siento más perdido que Belén Esteban en la biblioteca nacional.

Soy como soy, un ser imperfecto. Tengo mis limitaciones, mis días grises y mis días verdes. Y cuanto antes asuma que van a existir estas bajadas, estos cambios de humor, menos atrapado estaré por ellos. Acepto mi derrota temporal, mi forma de ser. Cuando la derrota viene, la acepto como una señal, de que mis planes no son sólidos. Tan sólo he de embarcarme de nuevo en la construcción de mis días. Es la voz “Nosce te ipsum”. Conocernos es aceptar que somos imperfectos y lo seremos siempre.

Creo que para animar y levantar el espíritu lo que haría es convertir la vida en un musical, poner banda sonora a nuestra propia vida, cantar a cada momento que vivimos. Porque si la vida fuera un musical, tendríamos muchos menos problemas. Seríamos mucho más felices y comeríamos muchas más perdices. ¡Qué narices! Voy a convertir mi miserable vida en un musical!

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Poema fetiche

LLevo días con uno de mis primeros poemas bailándome en la cabeza. Viene y me sacude con sus palabras. Hoy, decidí revisarlo y acabé grabándolo.

domingo, 19 de septiembre de 2010

FUNDIDO A NEGRO

¿Sabes cuánto cuesta el billete que conduce a la nada? Hay días en los que me siento un simple ropaje sin alma: flotando distante y presente. Pero mi claridad mental sigue deslumbrando a las propias emociones. A veces hay demasiado ruido en el ambiente, la bulla que nos hace distinguir los contornos de los demás. Durante otros días me mezclo de añoranza y aventura, como una lámpara de lava. ¿Sabes cuánto cuesta sentirse en la nada? Hay días que me siento desgastado, como un pañuelo de papel. Sin ganas de escribir o pensar, porque siento la piel demasiado usada.

Releo un poemario de Martí i pol. Me encanta toparme con sus imágenes, tan liberadoras. Compruebo que con sus versos me siento mejor, que las fisuras siempre acaban cerrando. Aunque existan los círculos abiertos.



El tamaño de mis emociones no importa. Como tampoco importa llegar entero a casa o tomar té a las cinco de la tarde. Las huidas son complicadas. Pero por suerte, siempre aparecen compañeros y compañeras de viaje, que con guiños desde las sombras acostumbran a pintar sonrisas en nuestra espalda.


"Ahora te escribo, ya ves, para decirte apenas
que todo es como antes, que nada cambia
en el fondo si no lo tocamos nosotros,
que sólo nos atañe este silencio
compartido, y el riesgo de creer y crecer
como árboles aislados que une, a ratos,
un mismo viento o una misma lluvia."

Hoy observé a mi padre mientras leía el diario. Hubo un poco de todo: añoranza, risa, sueño, aniversario, frío y un enorme cariño.

sábado, 18 de septiembre de 2010

ASPIRACIÓN

Tengo la aspiración de sobrevivirme, corriendo a la deriva hacia el otro extremo de mis actos. Las ráfagas de luz son intermitentes en este rito divisorio entre buenos y malos. Sólo existe la vigencia de vivir, de no autoengañarnos más. Lo que creía ayer, hoy son indicios, referencias litúrgicas de lo que caminamos.

Tengo la funesta manía de pensar, de escupir palabras apócrifas contra sentimientos retráctiles, reptiles, sumisos y viles. Mi coraza estaba cuarteada por días romos (obtusos, embotados). No podía negarme a mi propio despertar. Nunca tuve aspiración de Bella durmiente.

Invariablemente a lo que se piense, que soy un intérprete lerdo, oriundo, con un triste émulo de nada, o bien un zafio de común estolidez, sólo intento hacer que la historia me pertenezca. Intento engullir mi deleznable ser.

Aspiro a sobrevivirme. Soy el tiempo que me queda.




lunes, 13 de septiembre de 2010

NO PODEMOS AMAR SIN MEDIDA

En uno de sus escritos, San Agustín dice La medida del amor es amar sin medida." De alguna manera nos invita a amar hasta el extremo, dejándonos la piel y entregando las entrañas. Pero desde hace unas semanas no comparto esta idea. No podemos amar sin medida, ya sea por agotamiento (físico o psicológico), por la simple imposibilidad de mantener dicho amor o bien porque la otra persona abusa de la entrega hasta convertirlo en algo enviciado. De algún modo, hoy le vengo a dar la razón a mi hermana y a la guía espiritual.

Desde hace unas semanas he despertado una especie de intolerancia por aquellas relaciones que me dañaban. He comprendido que no necesitamos amar sin medida para ser diferente en la multitud, para ser miembro admitido de ese enjambre. Pero también, porque no necesitamos ser aceptados por todo el enjambre. El mismo San Agustín decía aquello de “Pondus meum amor meus” Mi amor tiene un peso. Por lo tanto, si amamos sin medida a todo el mundo, acabamos con una mochila pesada a las espaldas. Porque cargamos con los problemas de los demás. Sólo aquellos que comparten el peso de su vida son estimables de compartir el peso del amor.

Uno sigue queriendo a la gente, pero no todo el mundo merece ese amor. He aprendido que podemos respetar o incluso aceptar al resto de personas sin desearles mal. Pero cuando se rompe la conexión, una vez se sobrecarga el peso de las emociones por un exceso de chasquidos, los lazos se rompen con una irreparable fragilidad.

No quiero que la gente siga aprovechándose de mí o de aquellos a los que quiero. No quiero más contrariedades que aquellas que acepto, no las que me imponen. Omitido y desvalorizado el sentimiento emergen dos mundos, dos vidas, separados y segregados, espiritual y corporalmente. Hay lazos que nos aferran y otros que nos disparan en direcciones contrarias. Esos lazos suelen ser una trampa que estimamos, pero al fin y al cabo, vaho, un harmónico besamanos, cortesía vacía inserta en las palabras. Y al igual que los sentimientos, las palabras también tienen su peso. Tal vez el silencio sea la mejor opción para aligerar el contrapeso del color de las palabras.

Por mi bien, y el de los demás, yo no puedo querer sin medida. No quiero que llegue el verano y me encuentre nuevamente agotado por las cuerdas emocionales.

domingo, 12 de septiembre de 2010

HEGEL, AMO Y ESCLAVO

Estos días estoy cometiendo una mala praxis filosófica y automedito mucho. Anoche, con una tónica en la mano y una cantante sobre el escenario de la isla de Ítaca, pensaba en Hegel, el filósofo romántico.

¿Qué es lo que el hombre desea? En la Fenomenología del espíritu, una de sus obras maestras, desarrolla la dialéctica del amo y el esclavo. Aquí plantea el inicio de la historia, de las relaciones humanas. “La historia comienza cuando se enfrentan dos deseos, dos conciencias deseantes.” Aquí diferencia entre deseos humanos y animales.

El deseo de un hombre desea el deseo del otro, es decir, desea que el otro lo reconozca. Desea su sometimiento, el reconocimiento de sus deseos. En cambio, los animales desean cosas. Para Hegel la relación entre amo y esclavo no es sólo la de sometimiento, sino también la de reconocimiento. El amo es tal porque el esclavo lo reconoce como amo, y el esclavo se convierte en esclavo desde el momento en el que el amo le asigna el papel de esclavo, es decir, le trata como esclavo. Es decir: el reconocimiento externo es tan necesario como las relaciones objetivas de la sociedad.

El gran descubrimiento de Hegel es que la conciencia es deseo, saca la idea de conciencia como una interioridad que tenían los idealistas. Al ser conciencia deseante se expulsa: "lo que deseo es el deseo del otro". Y aquí es donde se encuentra el enfrentamiento: deseo que el otro se me someta, deseo que me reconozca. Y el deseo del otro es que yo haga lo mismo, que le reconozca y me someta. Este enfrentamiento tiene una resolución porque los dos en determinado momento saben que están emprendiendo una lucha a muerte. Pero al final se resuelve porque una de las dos conciencias tiene miedo, temor. Es en ese momento que antepone su temor a su deseo. Es más fuerte su temor a su deseo de ser reconocido por el otro.


Anoche, me contemplaba quieto, tendido como en la sombra, con los párpados vencidos, aplacado sobre la existencia de otros seres, dulcemente curvado como viento cálido sobre el pecho. Pensaba en la escala de silencios que se nos revela cuando no hay temor ni deseo de someter. Pensé en lo fraudulento de Hegel cuando todavía hay calor en la piel, pero bate la mudez. Me preguntaba si necesariamente he de desear mi reconocimiento. Y así volvieron las preguntas previas al acto: quién me llama, quién me dice, quién me clama, en un remotísimo hundimiento de las entrañas.

sábado, 11 de septiembre de 2010

CARN

Digues-me el secret del teu cos,
la cadència de la pell
o el color de les cicatrius.
I jo t’explicaré perquè els dies passen sense fer remor
o perquè els somnis reposen sobre els ulls.
Vull saber perquè tinc mans de pedra,
perquè no puc enlairar, com gota de sang,
el tel del rancor,
perquè no puc avançar com ho fan les paraules.

viernes, 10 de septiembre de 2010

sense títol

El cos que m’enllaça,

el verb captor

que pren forma a la llengua

com arbre ple d’ocells.

Un cos esmolat per l’aire,

fulgor de fang

que creix amb els anys.

Lluna que contreu el cor

i qualla la sang

amb un vençut petó.

martes, 7 de septiembre de 2010

Si no te lo comes hoy, mañana


Estos meses se ha hablado mucho sobre la necesidad de crear unos menús saludables en los comedores escolares. Por un lado, leíamos en la prensa local que "Las conselleries de Salud y Educación han estudiado la calidad alimenticia de los menús escolares, y han concluido que necesitan más frutas y verduras". A nivel nacional, El Consejo de Ministros ha dado luz verde al proyecto de ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición con el que el Ministerio de Sanidad y Política Social pretende reforzar la vigilancia en todo lo relacionado con los alimentos y combatir la obesidad "incorporando hábitos de vida más saludables". Y es que los datos son una evidencia, ya que uno de cada cuatro niños tiene sobrepeso u obesidad.

Pero este post viene a hablar de algo más curioso dentro del tema de la alimentación. Durante años hemos visto y escuchado diferentes estudios sobre la comida basura. Estudios que nos dicen que algunas cadenas de comida rápida no venden productos tan saludables como nos anuncian. El último experimento es el de la fotógrafa Sally Davies. El pasado 10 de abril inició un proyecto artístico con el que inmortaliza en internet, a través de sus fotografías, la evolución de una hamburguesa "indestructible". Este proyecto es "HAPPY MEAL PROJECT" en honor al menú infantil más vendido. Esta fotógrafa ha retratado día tras día, durante casi cinco meses reposando en el salón de su casa, latransformación que han experimentado los alimentos.

Después de 146 días dice: "Ahora mismo la hamburguesa está como una piedra. Ha encogido porque se ha deshidratado, lo mismo que el pan, que se empieza a resquebrajar. Las patatas fritas, sin embargo, están completamente igual". Aseguró que sus perros "ni siquiera se han acercado a la comida".

Me llama especialmente la atención el hecho de que NI SIQUIERA LAS BACTERIAS se acerquen a descomponer esa hamburguesa zombie. Tal vez se trate de un milagro que certifique la santidad de las vacas de esta compañía. Ya imagino hordas de peregrinos marchando a la casa de Sally para ver la reliquia de la Santa BIgmac.

sábado, 4 de septiembre de 2010

miércoles, 1 de septiembre de 2010

CONOCERÁS AL HOMBRE DE TUS SUEÑOS

Em pregunto com podem conviure amb la mort. Com ens ho fem per acceptar-la al nostre costat sense caure a la desesperació o emmalaltir de tristor, per continuar la nostra vida convençuts de què amb una mica de neteja tot serà com abans. És com quan els convidats de la festa marxen i deixen un rastre de gots bruts i de plats apilats, però amb més dificultat per ordenar-ho. Em pregunto com ho puc fer per acostumar-me a aquestes anades i vingudes, a que la mort estigui cada dia present, amb mil cares, mil disfresses diferents que li permeten cobrar-se les seves víctimes. Com fer, sobre tot, per acostumar-nos a que les víctimes puguin ser aquelles persones que estimem, els nostres familiars, els nostres amics i a tots aquells que han estat objecte de la nostra devoció? Escrivint, recordo la pel•lícula Fanny y Alexander, D’en Bergman, on l’amorós pare retorna de la mort perquè no pot renunciar als qui estima.

Aquest estiu han marxat algunes persones. No he deixat de pensar en el tema. No des de l’obsessió, sinó des de un retir voluntari d’espiritualitat que fa veure la vida amb la llum de la consciència. Suposo que aquest és el gran misteri de la presència. El misteri que ens mostra en Woody Allen a “Conocerás al hombre de tus sueños” amb uns personatges capaços de dir-se i fer-se coses terribles. Es senten com infants, que volen sentir que la bellesa els està destinada. Volen fer-la seva, saltar el mur que els separa, volen superar la nostàlgia insufrible dels seus desitjos no resolts i prendre la bellesa amb les seves mans, com si fos un ocell que puguem capturar.

Cada cop, em convenç més de què la vida és una meravellosa funció on tots tenim algun paper per complir. I no importa saber quina és aquesta funció, ja que la simple presència de les coses és més important que les explicacions que no tenim. Strindberg va escriure: “Todo comienza con un grano de arena que entra en la ostra y le causa dolor. Entonces la ostra la rodea de nácar y crea la perla. Sin dolor no hay perla y sin hechizo sólo queda la arena”.